Para prevenir los efectos del frío podremos seguir unos sencillos consejos que ayudarán a nuestra mascota a poder disfrutar del invierno y a no sufrir sus consecuencias:
- Acondicionar el ambiente de la casa para mantener una temperatura estable entre 19 y 25 grados centígrados, evitando las zonas con corrientes de aire.
- Utilizar suéteres, capas y abrigos impermeables cuando el frío sea muy intenso en el exterior.
- Acondicionar su cama con una manta para mantenerla más cálida y utilizar una casita si duerme en el exterior de la casa.
- Realizar paseos en las horas con incidencia de luz solar.
- Usar cremas hidratantes específicas para perros, en las patas (almohadillas) y las orejas, para evitar que se sequen o agrieten, sobre todo cuando pisen nieve.
- Secarlo muy bien al volver a casa cuando se haya mojado durante el paseo o los juegos.
- En los cachorros y perros ancianos podemos aplicar un masaje cuidadoso sobre los músculos que presenten rigidez, e incluso ayudarnos con una compresa caliente durante 15 minutos.
Si no prevenimos el frío, el sistema inmunológico del perro puede debilitarse y resultar muy vulnerable a las diferentes patologías. Y, sobre todo, aunque haga frío hay parásitos, como la pulga y la garrapata, que no desaparecen durante el invierno, debido a las calefacciones en nuestros hogares.