La importancia del ejercicio en los perros está fuera de toda duda. Resulta fundamental que no caigan en una vida sedentaria. Este requisito es básico para su salud psíquica y física. Ten en cuenta que hay perros que padecen algunos problemas de comportamiento, por lo que moverse y salir al aire libre son actividades que les vienen muy bien para evitar que sus trastornos vayan a más.
El ejercicio que debe hacer un perro depende de diversos factores como su edad, su raza, su peso, sus problemas de salud, entre otras. De hecho, el tiempo de ejercicio que necesita un perro al día también depende de la intensidad de las actividades que elijas. Por ejemplo, puedes optar por una hora de caminata a buen ritmo o media hora de carrera más o menos intensa.
Algo que debes tener en cuenta es el tamaño del perro, porque irá muy relacionado al ejercicio físico que tiene que hacer. Los pequeños, tienden a necesitar menos tiempo de ejercicio diario en comparación con los medianos y los de mayor tamaño. También, deberás guiarte por su energía y conforme vaya reduciendo su ritmo, aflojar la intensidad de la actividad o descansar un rato. Así se irá fortaleciendo su resistencia.
Está claro que cada día debe hacer ejercicio, pero lo puedes ir alternando con diferentes opciones:
- Footing: Para pasar de las caminatas a un ritmo mayor poco a poco.
- Canicross: Que es mucho más exigente.
- Bicicleta con perros: De una exigencia similar al canicross.
- Agility: Para los perros bien entrenados y con músculos y articulaciones en condiciones.
- Natación: Hay que tener cuidado, ya que les fatiga mucho.
- Juegos: Como lanzarles objetos y que corran para recogerlos.
Precauciones que considerar durante el ejercicio del perro diario:
- Hidratación suficiente: Si estás fuera de casa, procura llevar agua fresca o parar en una fuente.
- Evitar las horas más calurosas y las temperaturas muy bajas: en estos casos, sustituye los ejercicios en el exterior por actividades dentro de casa, para que la temperatura sea más cómoda y segura para tu mascota.
- Hacer deporte por lugares seguros: dentro de casa, en un espacio amplio para que no se choque y pueda hacerse daño o pueda romper algo. Fuera de casa en espacios donde el suelo no sea resbaladizo o muy caliente para evitar dañar las almohadillas de sus patitas.
- Subir el ritmo progresivamente: conforme vaya entrenando y fortaleciendo su energía y su resistencia podrás incrementar el ritmo o hacer ejercicios más intensos.
- Que no haga los ejercicios justo después de comer: al igual que nosotros, necesitan un tiempo para la digestión.